Las diferentes tendencias metodológicas tradicionales, como pueden ser las desarrolladas por Skinner,
Ausubel, Vigotsky, etc. delimitaron visiones y perspectivas sobre el
aprendizaje y la enseñanza que todavía se practican en la escuela de hoy, como
es el método de estímulo-respuesta, el aprendizaje por descubrimiento, etc.
A pesar del tiempo transcurrido hay cosas que parece que nunca cambian y
cuando lo hacen no es la de la forma más adecuada y esperada.
La sociedad del siglo XXI ha traído consigo cambios y transformaciones muy importantes, que nos han llevado a
una Sociedad llamada del Conocimiento y la Información,
dónde en ocasiones nos sentimos aturdidos ante la enorme cantidad e información
que nos rodea y dónde las Tecnologías
de la Información y Comunicación son
las principales responsables de ello.
Ante este cambio es impensable y un claro error que las
escuelas sigan partiendo desde el mismo método tradicional del siglo pasado,
“pues los tiempos cambian” y no nos podemos quedar atrás, tenemos que
adaptarnos, pero eso sí con eficacia.
Cuando decimos innovar o cambiar con eficacia nos referimos
a que no se puede simplemente introducir las TICs como una herramienta de trabajo que
sustituya al papel o a la pizarra tradicional. El cambio implica una metodología innovadora y
cooperativa, dónde los alumnos trabajen a partir de proyectos que se basen en una enseñanza reflexiva, y no tanto
de manera expositiva como estamos acostumbrados.
Esta crítica se plasma muy bien en vídeos como
¿Tecnología o metodología? o en el programa de Redes:
Crear
hoy la escuela de mañana. En ellos se refleja de manera clara, directa
y breve lo que está sucediendo actualmente en las aulas con métodos
tradicionales teniendo herramientas tecnológicas a su alcance, si por parte del
docente no sabe cómo aplicarlas para obtener el mayor potencial de sus alumnos.
Desde una perspectiva didáctica, la utilización de las nuevas
tecnologías pretende que el alumno se convierta en protagonista de su propio proceso
de aprendizaje y él mismo
adquiera destrezas y habilidades para transformar toda la información que se le
ofrece. Por tanto, la flexibilidad es la clave fundamental del diseño de una buena metodología que haga uso de las TICs.
Por tanto, lanzamos una reflexión ¿Es una cuestión de
recursos o de creatividad? ¿Estamos innovando en la educación sólo por el hecho
de introducir las TICs en el aula? ¿No será la innovación y el compromiso en la
educación de los educadores la mejor tecnología a aplicar?
"Desde una perspectiva didáctica, la utilización de
las nuevas tecnologías en los procesos de enseñanza-aprendizaje requiere que
éstas contribuyan a la mejora de la calidad educativa. En este camino es
necesario que no perdamos de vista su papel como instrumento didáctico y no
como herramienta tecnológica." Cabero (2007, 170-171)
"Tan importante
como saber usar la tecnología es saber cómo usarla apropiadamente para los
propósitos de la enseñanza" (Chin, 2004,
8)